Lo mereceremos siempre

 


¿Qué si mereció la pena la espera? 


Dios, por supuesto que lo hizo.
Igual que merecieron la pena las guerras, los desacuerdos, las treguas que tantas veces firmaron.

Mereció tanto la pena que todas ellas pasaron a un segundo plano en el que la felicidad les inundaba cuando se miraban, cuando se acariciaban.

Mereció tanto la pena que al sacar la última bandera blanca y llegar a un último acuerdo en el que se juraban sería la última, realmente lo fue.

Y así, después de todo, mereció y merecerá la pena siempre y cuando, abra los ojos y le vea a mi lado ❤️

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